26 de septiembre de 2016

Magialdia - Sábado y domingo - Crónica


Ya estamos en Sábado, hoy tenemos un largo día por delante y empezamos un poco más pronto, a las 10h. con la interesante presentación del libro La Magia Creativa, de Adrián Carratalá, Edu Latorre y Manuel Leal.
La Magia Creativa. Nos presentó el libro Adrián Carratalá, reciente Campeón Nacional de invención en Granada, que tuvo la no fácil misión de en poco tiempo, explicar el contenido del libro e intentar convencer a la gente de la importancia de la creatividad y de la búsqueda de la originalidad. La búsqueda en definitiva, de tu propia magia, de tu propia forma de expresar, intentando rehuir toda aquella presentación que te puedes encontrar en la mayoría de los colegas a la hora de realizar los clásicos o cualquier otro juego que se hace popular. No hay mejor ejemplo cuando un compañero intenta emular a Dani Daortiz realizando un efecto suyo y a su vez imita su forma de presentarlo. El descalabro por regla general es impresionante. La búsqueda de tu personalidad mágica es tan importante como el aprendizaje de la técnica más básica. Si tenemos una forma única y diferente de pensar y de actuar al del resto de la gente, en nuestra vida ordinaria, (o quizás no), no sería extraño que tu forma de actuar se diferenciara del resto de los magos. Se dice fácil, pero no lo es, al menos en el mundo del mago amateur y semi profesional.
Este libro dividido en Teoría – Práctica – Efectos – Anexo, quiere ser un manual de trabajo sobre, como el título dice, por fin un título con sentido: La Magia Creativa.


Me alegro que a estos compañeros les vaya bien, con este proyecto y su tienda Undermagic, creando productos nuevos.

A continuación y sin estar programado, Antonio Romero explicó su nuevo producto. Tenía un espacio en la feria, pero desde luego el poder mostrarlo a todo el mundo en un único lugar no tiene comparación. Se trata de una BOLSA con unas muy buenas propiedades para diversos efectos mágicos de apariciones, desapariciones y cambios. Un muy buen producto, muy bien fabricado, como siempre en el caso de Antonio. Muy recomendable.


A las 11h. de la mañana tuvimos la conferencia de Yves Carbonnier, titulada Rutinas, técnicas y cartas. Una semana después, mi mala memoria me juega una mala pasada y poco puedo decir de él, salvo un manejo con una carta doble y un control de 4 cartas.


A las 12.30h. la conferencia de Michael Vincent donde nos explicó alguna rutina trabajada en la gala de día anterior.
Tampoco puedo recordar mucho más, salvo un falso deposito por sonido bastante interesante.


A las 16h. tenemos la conferencia del enorme Christian Engblom. Su conferencia nos dejó mejor sabor de boca que la actuación de la gala. Nos mostró diversos efectos y su predilección por los chismes secretos, también llamados gimmicks. Un gran mago creativo, toda una suerte tenerle en Magialdia, ya que a pesar de ser un Fat Brother, no le vemos mucho por aquí.


Como es habitual en sábado a esta hora, salimos todos a la carrera hacia el Teatro Principal para la Gala Internacional de Magia de Escena. Y decimos a la carrera, porque como llegues tarde, como le paso a Anthony Blake, no te dejan entrar. Así son los vascos.

Gala Internacional de Magia de Escena

Franz Koffer (Hungría). También conocido como Kohalmi Ferenc, abrió la Gala, con un número acompañado con música de piano en directo, mientras el hacía su número de manipulación de cartas, bolas y pañuelos. Muy buena manipulación, me gustó su número salvo por su curioso y pálido vestuario.


Vean este video, vale la pena:


Curioso vestuario, de tonos tan apagados, que tenía una aire a muro del este.


Kenris and Aurelia (France). Pareja que ya hemos visto en este número:


Sin embargo el que trajeron en esta ocasión, con buenas intenciones, no llegó a alcanzar a la mayoría del público.


Vadim Savenkov (Rusia) tuve la oportunidad de verlo en Barcelona hace poco en el Festival Geni d’Or, y aunque no ganó el festival, fue seleccionado a participar en Magialdia. Un número de efectos mágicos inconexos, con doble aire de surrealismo (ya que de por sí la magia es surrealismo), una pizca de humor y emulando al personaje de El hijo del hombre de René Magritte. Personalmente me gustó más su actuación en Barcelona que en Vitoria y por su puesto sigo prefiriendo el número de Ricardo Harada, sobre este mismo personaje de René Magritte, que también tuvimos la oportunidad de ver años atrás en Magialdia.



Nathalie Romier (Francia). Ganó el año pasado el campeonato de magia de la FFAP de Francia. Un número con un hilo conductor entretenido y cambios de traje sin necesidad del compañero perchero, como en otras parejas que realizan transformismo. Se llevó una gran ovación.



Cheol Yong, CY (Corea del Sur). Llevó acabo una rutina de palomas, súper lenta.





Donde determinados elementos del mago, como pañuelos o guantes se transforman de color, de blanco a rojo.
Un buen número con aires grandilocuentes.

Enzo Weyne (Francia). Cerró la gala con una serie de números que llamamos grandes ilusiones. Supongo que la cerró por tema logístico y no por ser el número más potente. De igual manera, fue el artista, dejándome un sabor agridulce.
Empezó con este número de peligro y escapismo, que no tenía ninguna credibilidad y resultó hasta cómico con una bomba de T.N.T.


También hizo este efecto que podemos ver en el siguiente video:


Como número a destacar fue la levitación de un espectador (real) del público.

Cerró con un número de magia, con una gran caja de magia, con la que en vez de un efecto de magia demostró lo tramposa que puede ser la caja.

Presentando la gala el argentino Radagast. Cómico, payaso y mago.

Una muy buena presentación de los artistas, con números simpáticos, donde destacaría el juego clásico de la sal.


Como único pero es que en ciertas ocasiones no se le entendía bien, ya sea por el acento argentino o quizás por la falta de vocalización al hablar tan rápido. Por lo demás me pareció una muy buena presentación.

Una gala en términos generales correcta, aunque no habría cerrado con las grandes ilusiones.
Es arriesgado traer a gente relativamente poco conocida, y siempre te puedes encontrar con algún traspiés, pero a su vez estaría bien que se cerrara con algún gran número como por ejemplo, este año, Hector Mancha, que aunque los magos ya lo hemos visto, no todos los días se puede ver al reciente Gran Premio del último Mundial Fism.

Acabó la gala, nos fuimos a cenar y después una visita por un local de copas, que se ha convertido en tradición. Un local nocturno donde todo mago de buena y mala fama se pasa para refrescar el gaznate.

El domingo, a pesar de empezar a las 11h., hice campanas y no asistí a la presentación del libro A fuego lento II, de Joaquin Matas.
Ya tengo el segundo libro, obligatorio por cierto, de cuando lo presentó en Barcelona. Por lo tanto preferí dormir un poco más después de la visita al local nocturno la noche anterior.

Para acabar las actividades y el congreso a las 12.30h. tuvimos como el año anterior a Roberto Giobbi, Jesús Etcheverry, Manolo Tena y Toni Cachadiña, con la conferencia: Desengaño a ojos vista.
Hicieron un breve repaso a los primeros libros de magia escritos en español, con unas muy breves demostraciones de juegos que se explicaban.
Comentaron lógicamente el libro de Pablo Minguet, Engaños a ojos vista, cómo el no tan conocido y contemporáneo Zamorano que parece ser que escribió en contrapartida al libro de Pablo Minguet.







“La obra de Pablo Minguet e Yrol (c. 1705-1801), Engaños a ojos vistas, y diversión de trabajos mundanos12  (1733), considerada la primera publicación en español sobre juegos de manos. La obra de Pablo Minguet no es inédita, sino más bien una recopilación de textos anteriores publicados en Francia; no obstante, en su momento fue un éxito editorial y se reeditó hasta cinco veces en un corto periodo de tiempo. Este éxito motivó la aparición de varias ediciones piratas, pero la lucha vehemente del autor consiguió retirar casi todas del mercado. Se trata de la obra de magia que más difusión ha tenido, y se pueden encontrar más de veinte ediciones distintas hasta 1935. Aunque fue muy alabada en su tiempo también tuvo detractores: Diego José Zamorano publicó en 1740 Thesoro atractivo de curioso, y desengaño de engaños13 , obra en la que critica la manera que Minguet tenía de exponer los juegos, ya que, a su juicio, ni era mago ni sabía hacer juegos de manos”[1].

También nos hablaron sobre el libro Tío Cigüeño, publicado como El brujo en sociedad (1839) y el Prestidigitador Optimus de Joaquim Partaguas (1900).

Resultó una charla muy interesante, donde nos damos cuenta como ha evolucionado la magia y que técnicas cartomágicas se realizaban ya en esa época. Un aspecto curioso en el no había recaído es que también el manejo de las cartas y sus técnicas están ligadas con la fabricación de las barajas y su calidad. Resultando mucho más complicado realizar un enfile en aquella época. A su vez resultaba común la realización de cartas largas, en vez de cartas cortas, debido a que por aquella época los cortes de las cartas eran más irregulares y resultaba más fácil localizar una carta más larga, que una más corta.
No podemos olvidar otro gran momento del congreso y que cerró esta charla. Fue ver realizar a Joaquin Matas, una rutina real de cubiletes, caracterizado, con unos cubiletes históricos prestados por Magicus.



 
Todos estos libros se pueden descargar en la web de Magialdia, aunque son fácilmente descargables gratuitamente por internet en formato PDF.

Otro año más, Magialdia, cumple con las expectativas, hay que dar mil gracias a toda la organización y particularmente un abrazo al que más conozco de ellos, Jon Oscoz. Magialdia se ha convertido seguramente el mejor festival de España y esperemos que nosotros lo podamos seguir viendo. Esperemos que el ayuntamiento de la ciudad sigue respaldando este evento.
Para todo aquel que no ha tenido oportunidad de asistir, que vaya, que no se pierda las callas de Vitoria, su comida, su gente y a esos locos magos que visitan la ciudad en esa semana.
Magialdia es un gran espacio para ver buena magia y como en tantos otros congresos, poder reencontrarse con esos colegas, que se convierten con el paso de los años en grandes amigos.

Un saludo y abrazos. Que viva la magia, que viva Magialdia.



23 de septiembre de 2016

Magialdia 2016 - Jueves y Viernes - Crónica


Como todos los años, salvo que cambie el día de mi cumpleaños, 14 de septiembre, Magialdia se convierte en un gran regalo.
Habitualmente viajamos el jueves por la mañana en tren, desde Barcelona. No hay nada mejor que un viaje larga en buena compañía.
Llegamos a Vitoria sobre las 14h, dados unos pocos pasos y nos paramos a comer en el restaurante de siempre. Dejamos las maletas y el resto del cuerpo en nuestra habitación del AC Hotel, por unas horas, esperando la llegada de los escaparates. En esta ocasión no fuimos nuevamente al Museo Heraclio Fournier. (Muy interesante Catálogo Online del museo), ni tampoco visitamos la Catedral.
Con el chubasquero en la retaguardia salimos a la calle, con los escaparates localizados aunque sin una idea de cuales ver.
Me suspendo por no llevar los deberes hechos. Sabiendo como sabemos que es imposible ver a todos los compañeros, lo mejor es decidir de un principio cual ver, teniendo en cuenta tanto a los compañeros como su ubicación.

Los artistas que participaron fueron:
·       MATTEO CUCCI  (Italia)
·       CUBIC ACT (Francia)
·       D’ALBÉNIZ (Vitoria)
·       TUTTILIFAMILI (España)
·       JERÔME HELFENSTEIN
·       DAVID DÍAZ (España)
·       EL SEÑOR PÉREZ ( Vitoria)

Nosotros vimos al Sr. Pérez, David Díaz y a Jerôme Helfenstein. Me gustaría recalcar que David Díaz me gustó en esta ocasión más que en su participación en el concurso del CNM de Granada de este año.



Nos llovió un poco bastante, convirtiéndose Magialdia en el pistoletazo del cambio del tiempo, después de sufrir un sofocante calor en las Cataluñas.

Fuimos finalmente a cenar al famoso Sagartoki, a disfrutar del pincho del huevo y otras muchas delicias.
Nos fuimos a dormir pronto, como niños buenos, que aun no había empezado el congreso y quedaban muchas horas por el camino.

Ya estamos a VIERNES.
Desayunamos y nos dirigimos al Palacio de Congresos de Europa, nos inscribimos rápidamente y recibimos nuestro pack habitual de información sobre Vitoria, las entradas para la gala, acreditación y una nueva camiseta, con un diseño más acertado que el año pasado.


Hasta las 11h tenemos tiempo para dar una vuelta por la feria e ir saludando a todos los compañeros habituales.

Este año Magialdia no ha ido introduciendo cada una de las actividades con este video musical tan sugerente de la cantante Jain, y el tema Come.


En primer lugar nuestros compañeros de Magialdia nos sorprenden con una breve y simpática introducción al evento dando instrucciones como si fueran dos azafatos de avión. 


Dando paso rápidamente al primer conferenciante:
Bertox – Magia e ilusiones ópticas.
El título puede llevar un poco a confusión, pues ilusiones ópticas no encontramos salvo en unos malabares. Pero no se trata en ningún momento el tema de ilusiones ópticas. Afortunadamente de magia si que habló, donde destacaría una rutina que hizo con bolas de espuma y el uso de estas, gracias a un tuneo especial que le permite manejarlas como si fueran dedales, ganando en rapidez y facilidad. También nos mostró su rutina de apilamiento de dados de madera gigantes y por último nos mostró el control de unos malabares que hace con unos aros.





La conferencia de una hora improrrogable, dará paso a un breve descanso y a la siguiente conferencia de:
Anthony Blake – Teoría en práctica.
Vemos que el tema de los títulos de las conferencias se lo están tomando a guasa, ¿¿teoría en practica???
Bueno lo mejor de la conferencia para mi gusto es sentirle trabajar-actuar a Blake en los primeros 15 minutos. No es propiamente una breve actuación sino una demostración de unos juegos que luego le servirán para desarrollar su conferencia. De igual manera, su demostración resultan una clase magistral de lo que se puede llegar a hacer con el mentalismo.
Con unas técnicas clásicas y una gran interpretación no se necesita nada mas para llegar a la emoción mágica.
Su charla o explicación de aspectos técnicos no revelan nada nuevo, aunque es muy de agradecer que sean recordados y tan bien explicados, en una época que el exceso de información nos desinforma. Sólo por eso vale la pena la charla de Blake, gracias por recordar el ABC del mentalismo y mostrarnos tu enorme presencia escénica.


Primer descanso para comer. No somos novatos en Magialdia, pero aún así tenemos problemas para decidirnos en donde satisfacer nuestro estómago.

Llegamos a un momento peligroso, muy peligroso. En el País Vasco, y de vacaciones, dos combinaciones que nos dicen que habrás comido mucho, más de la cuenta. Y ahora, ¿como serás capaz de aguantar en una sala, con luz tenue y con una temperatura más que cálida? Si añadimos que la siguiente conferencia es del gran Gabi Pareras… alguno puede pensar que será victima de esa siesta irremediable en el momento más inoportuno, siendo capturado fotográficamente por el compañero de al lado.
Pero que no se moleste Gabi, lo que digo es que un discurso con el de él, no debería tener cabida en un momento tan delicado de digestión.
Aún así, Gabi, en plena forma, nos dio la mejor conferencia del congreso y posiblemente una de las mejores conferencias que en la actualidad podemos disfrutar en el panorama mágico.
Conferencia de Gabi Pareras.
Conferencia que carece de título, aunque le podemos poner el de las notas que vendía: Encuentros y desencuentros. En busca de una magia de la mirada.
El reto consistía en intentar en poco más de una hora y media explicar 7 juegos. No pudo cumplir con su promesa, pero está perdonado. Hay maneras y maneras de explicar un juego de magia. Precisamente estoy en una etapa de mi vida mágica, donde precisamente no quiero que me expliquen como se tiene que hacer el juego. Quiero que me engañen, por eso no asistí, ya hace tiempo, a la segunda parte de la conferencia de Woody Aragón, donde explica los entresijos de sus poderes. Me aburre escuchar como si de una receta de comida se tratar, el paso a paso a seguir. Largas explicaciones que nos podríamos ahorrar, ya que luego venden las notas.
Pero en el caso de Gabi, nos encontramos que las notas no son suficientes, necesitas prestar toda la atención del mundo e incluso grabar la charla, por que no sólo te cuenta la posición necesaria de las cartas o las manos, te intenta y en esta ocasión lo consiguió con creces, explicar donde tienes que “situar” a tu cerebro para que el milagro se haga realidad. Te hace ser consciente de todos los recursos necesarios para ser un mago y todas las características que necesita un juego para ser realmente un juego de magia. Aportando indicaciones psicológicas para poder manejar los sentidos del espectador y muchos otros detalles que ahora olvido.
Una conferencia del Sr. Pareras, es realmente una conferencia. El poso Ascaniano se ha desarrollado en la mente de este señor y con sólo 30 minutos que dedica a un juego se convierte en toda una clase maestra, donde aprendemos a reconocer la estructura mágica y todo lo necesario para intentar transmitir este bello arte.



Cuando acabó la charla, compramos sus notas o mejor dicho su libro en canutillo, como los de Ascanio. Como dato anecdótico los subalternos que le vendían el susodicho eran Joaquín Matas y Alberto de Figueiredo, dos mataillos que están empezando ahora.

Se acaba la conferencia de Gabi y como aun tenemos tiempo para ir a la feria, nos desplazamos en estampida, como si fueran las rebajas de unos grandes almacenes…
En la feria están las tiendas habituales de otros años, no demasiadas pero suficientes, con la particularidad que la mayoría de ellas venden productos exclusivos que no podrías encontrar en otro de los stand.
Esto es como siempre…, amigo mago, tu que no me escuchas, no compres más chismes, que los cajones rebosan de material que primero esbozan una sonrisa y luego un “bufff, que hago yo con esto”. Ahhh… y no compres más barajas, ya se podría empapelar todo el Escorial.

Ya son las 20h. y comenzará la Gala Internacional de Magia de Cerca. Tenemos que resaltar con agrado, que este año por primer vez han numerado los asientos y por lo tanto todo el mundo tenía su asiento asignado desde un principio, evitando de esta manera colas y estampidas a las butacas. Lo único que lamento es la distribución de los asientos. En mi caso que era el 47 en registrarme, se suponía que tenía una buena entrada, la fila 2, pero estaba en un lateral, con lo que la mayor parte de la gala la observé con las pantallas auxiliares. Este tema siempre es complicado. En el congreso nacional de magia también me ocurrió lo mismo, teniendo peor visibilidad que compañeros que se inscribieron más tarde. Estaban más atrás, pero más centrados. A pesar de ello aplaudo esta iniciativa y espero que se repita el resto de los años. La organización fue como siempre magnífica y ayudó a que todo el mundo encontrara su asiento rápidamente.
Gala Internacional de Magia de Cerca: Dámaso (España), Michael Vincent (Inglaterra), Blake Eduardo (Suiza), Shimpei (Japón) y Christian Engblom (Finlandia). Presentó la gala, Jaime Figueroa. Traducción simultanea, nuestro querido Luigi. Dirigido por Woody Aragón.

(Los videos son sólo un ejemplo de estos artistas y no el número que realizaron).

Intentaré ser bastante rápido, comenzamos la gala con Dámaso. Mago de exquisita técnica, se le notó algo nervioso al principio. Realizó diferentes milagros que lamentablemente se quedan en la mitad de lo que podrían ser por culpa de rigidez y frialdad escénica. Toda su comunicación monocorde supone una barrera para su gran magia.

Michael Vincent, con un estilo clásico, realizó varios efectos con monedas.


Blake Eduardo, apareció con un personaje extraño, absurdo, cómico, realizó una rutina peculiar con cartas nada fácil de explicar. Un estilo curioso y diferenciador, que sin hacer granes proezas mágicas, es recordado por todos.


Shimpei, con música de Vivaldi de fondo, realizó una suave rutina de cartas, que aparecieron blancas por ambas caras y que poco a poco se transformaron completamente mostrando todos sus formas y colores. Recibió probablemente la mayor ovación de este difícil público mago, a excepción del presentador.


Jaime Figueroa, presentaba la gala. Fichaje exigido por Woody, que no había presentado nunca. Ahora ya sabe que puede y debe prodigarse más en esta faceta. Presentó magnificamente, personaje cómico, conecta desde el primer momento con el público. Realizó algún efecto mágico absurdo, como la carta apuñalada usando un gigante display del As de Espadas, cedido por la casa Fournier, magnífico. Pero si tenemos que destacar algo es su número cantado, donde saca un muñeco (realizando una muy buena ventriloquía) interactuando con él, hasta que no pudimos parar de reír. Que gran número Jaime, felicidades por tu trabajo.


Cerró la gala Christian Engblom, miembro de los Fat Brothers. Creo que no escogió los mejores efectos de cartas, entre su gran repertorio. Aunque el inicio resultó algo bajo, (teniendo en cuenta que Shimpei había dejado el listón muy alto) su final donde acaba desapareciendo el bolsillo de su camisa, dejaron un grato recuerdo de su actuación.


Una gala bastante correcta, aunque con quizás demasiado cartomago. El nombre de la gala es: Magia de Cerca, pero teniendo en cuenta el tamaño de la sala, estaría bien que se buscarán otros números más de salón y de esta forma tendríamos más variedad. Woody, teniendo en cuenta que no escoge los artistas, realizó una buena dirección y combinación de estos. La duración de la gala fue la justa para acabar con ganas de más, pero a su vez suficiente.
Gran ovación para Jaime y Shimpei principalmente.

Ya se acabó el viernes mágico oficial, ahora llega el más divertido, el golfo, el de las noches en el Mario’s.
A partir de aquí cada uno tiene su Magialdia. Nuevas contactos, reencuentros con otros compañeros, una copa, las cartas, las monedas, otra copa, un tema de Camilo Sexto, un cigarro, más magia… y más Magialdia mañana Sábado.

GuardarGuardar
GuardarGuardar

11 de septiembre de 2016

Antonio Díaz - La Gran Ilusión - Crónica y Reflexiones


Las crónicas son tan subjetivas, que si se le suma las malas pasadas que provoca la memoria… Uno piensa si realmente vale la pena comentar algo sobre lo experimentado.
La mejor manera de olvidar estas futuras líneas es no leerlas o acudiendo al espectáculo de Antonio Díaz y disfrutar con él.

Nos acercamos (mi pareja y yo) al Teatre Tívoli, el viernes 2 de septiembre. Un teatro lleno, de niños y adultos.
Hace ya unos años, asistí a su anterior espectáculo Mr. Snow. En un teatro mucho más pequeño que desafortunadamente la política cultural de este país ha conseguido que se cierre. Recuerdo que la función se tuvo que suspender, el motivo, nos dijeron, la poca afluencia de público. Aunque a la semana siguiente nos pudimos resarcir y disfrutar de Mr. Snow.

Realmente el espectáculo de Mr. Snow y el actual, La Gran Ilusión, comparte la misma estructura y la mayoría de los números. Nos encontramos algún efecto nuevo y sobre todo una mejora de medios técnicos. Un nuevo nombre no significa nuevo espectáculo. Ahí tenemos a Juan Tamariz, realizando prácticamente su mismo número durante décadas, cambiando sutilmente el título del espectáculo. Lo mismo sucede con Faemino y Cansado, y tantos otros artistas que han encontrado una buena formula después de mucho tiempo de trabajo.

En el caso de Antonio Díaz, evidentemente el trabajar tanto en un mismo número le habrá llevado hacia el camino de la excelencia.

Quería retomar que si Antonio Díaz, anteriormente le costó llenar teatros y ahora lo hace con cierta “facilidad” es debido sobre todo a su gran popularidad que ha sabido fraguar en los medios de comunicación. Aprovechando las oportunidades que se le han presentado como el Discovery Max. Antonio ha entrado en esa magia, como tantos otros, la magia televisiva del siglo XXI. Aquí hago un breve paréntesis para los realmente aficionados a la magia y les invito encarecidamente que lean los artículos de Carlos Devanti, sobre la magia televisiva.


Juan Tamariz y Antonio Díaz se han hecho enormemente populares gracias a la televisión y gracias a ello llenan teatros. La magia que se llevaba a cabo en la época en que Juan Tamariz apareció en televisión, se podía más tarde, sin ningún problema ver en un Llantiol o en cualquier Teatro Tívoli. La televisión básicamente era solo un medio, para poder acercarnos a aquello que no podíamos presenciar in situ. En la actualidad todo ha cambiado, y mucho. En 1990 se creó la primera página web, antes no existía el YouTube o similares.
Aquí os dejo un programa de magia, de 1982. Si le echan un rápido vistazo, podrán darse cuenta de la actual diferencia a la magia de Antonio Díaz, o de Criss Angel, entre otros:



Como he comentado Juan Tamariz y tantos otros no tenían ni tienen ningún problema de llevar a termino los juegos que realizan en televisión, en un teatro. Hace unos años vino el famoso mago Japonés Cyril Takayama al Congreso Nacional de Magia de Madrid. Muy popular televisivamente por efectos como este:


Lamentablemente su actuación en Madrid, fue bastante mediocre.
Muchos de estos magos actuales, se encuentran con ese problema, que sus número escénicos no se mantienen o no alcanzan la sorpresa e impresión que en televisión. Evidentemente el medio es diferente y la forma de trabajar también, al menos ahora con esta moda de tele-realidad.
Antonio Díaz salva este problema, aunque para ello tiene que recurrir a unos medios no demasiado éticos.
En estas circunstancias que un aficionado a la magia, como yo, diga si me gustó o no su espectáculo no es muy relevante. Sólo diré que me entretuvo, pero no me ilusionó. También hay que decir que el mago espectador está contaminado y miramos con otros ojos. He podido preguntar a bastantes amigos que han asistido al número de Antonio Díaz y todos han salido encantados, y alucinando.
El día que yo asistí, al salir del teatro, fuimos a cenar y al lado de la barra del bar teníamos a una joven pareja que había asistido también al espectáculo. Puse la antena y… nada, no hablaron de Antonio Díaz en ningún momento, se engancharon al teléfono y poco mas. No hablaron del juego final o si el ayudante tal hizo pascual. Quizás los magos no nos damos cuenta que mucha gente, no busca mucho mas que diversión en un espectáculo.

Aquí hago un paréntesis, para comentar lo que Maskelyne y Devant, en el libro Nuestra Magia en 1911, dicen en su norma número 2: “Intenta siempre hacerte una idea exacta del punto de vista que probablemente adopte el espectador medio”. Para ellos el objetivo principal del mago era entretener al público y continúan con su norma número 3: “Evita la complejidad del método y nunca pongas a prueba la paciencia ni la memoria del público”. En varias ocasiones insiste en el aspecto de ver al público: “No es que los espectadores, de forma individual e independiente, sean necesariamente estúpidos. Muy lejos de ello. Lo que ocurre es que cualquier reunión compuesta por personas normales puede tener, en su conjunto, a la falta de atención y de interés”.

Una hora y 5 minutos que pasaron volando, con una historia de fondo, similar a la película del Show de Truman, donde Antonio hace el papel de Truman. Números de magia hablados intercalados con otros de música y coreografía, algún juego de cerca, con el uso de cámara en mano que se proyectaba en el fondo del teatro como si se tratara de una pantalla de cine. Adivinaciones de cartas imposible, la metamorfosis, predicciones imposibles, historias narradas con una baraja, la poesía de la sombra y como plato fuerte y final la tele transportación de un espectador en el mismo teatro. Ya le gustaría viajar tan rápido al Señor Spok.
Y todo ellos en poco más de una hora.
Una gran ovación, todo el público en pie y para finalizar una ola de fotos y firmas con el artista en la salida del teatro.
No se puede decir que sea un fracaso y como decir que no es bueno, si el teatro está lleno y la gente a la que preguntas dice que es increíble y muy entretenido.

Aún así no creo que la vara para medir la calidad de un número o de cualquier obra de arte sea la repercusión mediática que esta tenga o la afluencia de público. Incluso tampoco nos sirve en gran medida el saber si a la gente le gustó o no. Como suelo insistir cuando a uno le gusta o le desagrada algo, lo único que está definiendo es sus gustos y no aquello que le gustó. Los gustos son algo cultural que van variando en función de las épocas, nuestra educación y nuestras experiencias.
Para poder hablar del número de Antonio Díaz tenemos que comentar otros aspectos. Algunos agradecemos que además de efectos de magia, nos cuenten historias. Como gran ejemplo tenemos a nuestro ya desaparecido Rene Lavand, que cautivaba incluso más con sus historias que con su magia.


Antonio Díaz pretende contarnos algo parecido al Show de Truman y en determinadas ocasiones aparecen unas grabaciones en la pantalla de cine, de Josep Mª Pou, haciendo de director del programa i Emma Vilasau, como la madre ficticia, donde Antonio es el Truman de la historia.
Plantean la historia, pero no la desarrollan y tampoco es un hilo conductor del espectáculo. Si eliminamos la historia, su espectáculo no se vería perjudicado. Es evidente que sus estudios en arte dramático le habrán empujado a intentar introducir y juntar ligeramente Teatro y Magia. Particularmente me agrada que me cuenten algo más y me atrae la idea de Antonio, de hecho los trabajos de Antonio Díaz y Juanan Martínez como la Compañía Abozzi, resultan bastantes interesantes, sin embargo en su actual número, La Gran Ilusión, carece de interés, porque no se ha molestado en desarrollar la idea.


Aquí vuelvo a mencionar el interesante libro de Nuestra Magia, Our Magic, en el capitulo VIII, cuando habla de la relación del Teatro y la Magia donde recalcan: “un acto mágico que se presente durante una obra teatral debe formar parte esencial de la obra. Debe constituir un episodio sin el cual la trama estaría incompleta. Preferentemente, debería ser tan esencial que la obra no podría representarse sin él. Al menos, debería añadir algo decisivo al progreso general y al efecto final. […] Aristóteles nos dice, como ya hemos citado, que nada que pueda incluirse u omitirse a voluntad forma realmente parte del espectáculo”.

Otro aspecto a tener en cuenta en el número de Antonio Díaz, es el manejo que hace de la cámara, cuando realiza algún efecto de magia de cerca. Baja del escenario y se pone en primera fila, pero dado el costado al espectador. Resulta extraño esta postura, es como si viajáramos del teatro a la televisión proyectada en una pantalla de cine, pues se deja de ver parcialmente al mago y totalmente sus manos, con lo que te ves obligado a mirar a pantalla. Es consciente de ello, pues hace alguna broma, diciendo que esto no está grabado. Esta claro que no utiliza el sistema de Juan Tamariz, ya conocido y repetido por todo cartomago que quiere hacer magia de cerca en un teatro. Desconozco el motivo, pero podría hacer lo mismo que hace pero colocándose en un lateral del escenario, cara al público y al menos no se le perdería de vista físicamente.

Otro punto que me gustaría resaltar y no para bien, es su manejo con las cartas, el tipo de forzaje que realiza y su aparición de cartas, no es malo, pero tampoco excelente. Estoy seguro que esta es una apreciación personal, que de seguro el resto del público no percibió. Aún así los manejos manipulativos con la baraja podría mejorarse. No le pido que sea David Sousa o Eduardo Galeano, pero un profesional full time de la magia debería esmerarse un poco más en el back and front. El movimiento de las manos a toda velocidad, esos giros de brazo y muñeca ultra rápidos, aquí si que la mano es más rápida que el ojo, pero por ello no ilusiona y sólo sorprende al público su destreza.


A partir del minuto 2.

El ritmo del espectáculo de menos a más, fue ágil, rápido, como mucho ritmo, intercalando números hablados con otros en los que realiza coreografías con sus ayudantes. Música, baile, magia, bien ensayado y sincronizado, el resultado… grandes ovaciones. Sabe dar al público medio algo más que “pura magia”. Antonio se tiene ganada a la gente desde el primer minuto, tiene encanto, cae bien, resulta natural y sincero, y sus dos últimos números son impactantes.


En el último juego realiza una tele transportación de una persona del público, en el mismo escenario de un extremo al otro. Rápido, efectivo, sorprendente, mágico e “imposible”. Final, aplausos, gente de pie y Antonio corriendo hacia la salida del teatro para el baño de masas, fotos, besos y firmas.
En definitiva un espectáculo que funciona, con muchas posibilidades de mejorar (buena señal de que aún lo puede hacer mejor y que tiene una esperanzadora trayectoria), aunque no gustará a muchos mago. Es una suerte que haya magos que llenen teatros, pues son el germen para que el público se anime a ver otros formatos mágicos por voluntad propia.

Seguro que me dejo muchos otros aspectos por valorar, pero hay uno de ellos que no puedo dejar de mencionar. El uso de compinches. La magia en la actualidad, y sobre todo en la magia televisiva, se esta abusando de esta herramienta, poco ética.
Al principio indicaba que Juan Tamariz podía y puede hacer toda la magia que hace en televisión en un teatro y sin embargo otros tantos no. Antonio Díaz, como tantos otros que se han sumado al carro del compinche y trucos de cámara, para poder tener el mismo éxito que tiene en televisión, necesita recurrir en el teatro y recurre sin ningún problema a los compinches.

Vuelvo a recordar la lectura de Carlos Devanti comenta sobre los compinches:
“Creo que en general podríamos diferenciar entre tres tipos de compinches, y esta es una terminología que me voy a inventar ahora mismo: compinches sabelotodo, compinches de reacción, y compinches involuntarios.
El primero de estos es para mí el más triste. Es una persona que es contratada para que colabore activamente en un juego, y conoce el secreto del mismo. Para que nos entendamos, un compinche sabelotodo podría ser, por ejemplo, un actor que se contrata para que en determinado juego le diga al mago que la carta en la que piensa es el 3 de corazones, y que después reaccione como si no supiera como se ha hecho el juego. Es el tipo de compinche que facilita los mazazos mas fuertes de cara a los espectadores, pero es a la vez el mas triste para mí, porque hay una persona que se ha desilusionado totalmente, que es el propio compinche. Hay muchos vídeos en YouTube que intentan dar explicación a los efectos realizados en estos programas, y que en muchos casos barajan la idea del compinche. No obstante, como en la mayoría, la revelación va más allá de decir si hay un compinche o no, prefiero no compartir aquí ninguno de estos vídeos ya que, estoy radicalmente en contra de la revelación de trucos en Internet”.

El tema de los compinches no es nada nuevo, en el libro de Corinda, Los trece escalones del mentalismo (1958-1960), encontramos estas palabras:
“Este no es el lugar para discutir si se deben usar compinches o no. Sólo diré que recurro a ellos bastante y enumeraré algunos detalles que resultan útiles. […] Los compinches se pueden clasificar en dos grupos: los voluntarios y los que no tienen elección. Prefiero más bien los segundos, pues actúan con naturalidad hasta el último momento”.

En el capitulo undécimo Corinda nos vuelve a mostrar un uso con compinche:
“Puedes usar compinches si quieres, y no es necesario recurrir a ellos si no quieres. Haz lo que quieras y deja que los demás hagan lo mismo.
Me acordé de este engaño al conversar con Fogel sobre efectos de “Preguntas y respuestas”. Es muy viejo, pero muy bueno. Trabajando en un salón, o desde el escenario, el telépata entrega sobres y tarjetas para las preguntas. Las tarjetas con las preguntas se guardan en los sobres, los cuales se cierran y el vidente los recoge. Al hacerlo, recibe uno de manos de su compinche que está sentando entre el público. Al recibir el sobre del compinche, se dirige a él y le dice: ¿Escribió su nombre? El compinche contesta que no y el telépata le devuelve entonces el sobre para que lo abra, firme la tarjeta, y la guarde en otro sobre. En realidad lo que ocurre es que se le entrega otro de los sobres que no es el suyo. El compinche entonces lo abre y lee la pregunta, la escribe rápidamente en la parte de afuera del sobre, y cierra el sobre. El mago lo recoge y ya está preparado para una perfecta rutina de “Uno por delante” con sobres cerrados”.

En la magia, al tratarse de un arte, no existe un código deontológico, por lo tanto cualquier método que sirva para ilusionar al espectador debería ser más que suficiente y estar fuera de polémica. Sin embargo el compinche contratado, el compinche total, resulta reiterativo y de continuas discusiones en los círculos mágicos.
El fin no puede justificar los medios. Para alcanzar la paz o el cese de conflicto, unos buscarán la violencia, otros el dialogo. Llegar a este fin, será siempre muy diferente dependiendo de los medios usados.
Para conseguir el milagro, la sensación de imposibiliad en el espectador, ¿se puede usar cualquier medio? Podríamos decir que sí, de hecho así se hace. Si nos podemos trascendentales, podemos decir que vivimos una mentira creada por nuestro cerebro para poder sobrellevar y sobrevivir en esta vida; y a su vez nos engañan muchos otros, los medios de comunicación, la política, el vecino…, y por regla general no se paran a reflexionar si el método utilizada es ético o no. Claro que así nos va últimamente, llorando la imagen de un niño muerto en una playa lejana, para luego dar a un me gusta en no se donde y girar la cabeza cuando vemos venir a un vagabundo de nuestra ciudad. Desde luego, la ética, la filosofía o las humanidades en general no están pasando por su mejor momento, siendo pisadas por las políticas ultra capitalistas.

Pero no me desviaré más. Mi planteamiento al respecto del compinche es muy sencillo de entender. La magia, como arte efímero, no está completo sino es presenciado. La magia es y debería ser siempre para el profano. Para ilusionar a nuestro espectador podemos y debemos recurrir a cualquier tipo de argucia técnica o, e intelectual, pero bajo mi punto de vista nunca debemos utilizar a un compinche y hacerlo pasar como un espectador.
La magia mantiene una lucha continua con el lado racional del espectador, poco a poco, si se hace bien, se dejará llevar. El espectador inteligente o curioso explorará diversas soluciones, desde las habilidades manuales del mago, los aparatos que utiliza, la colaboración de sus ayudantes, incluso la ayuda de un alguien más que no se conoce, entre bambalinas.
Cuando pedimos la colaboración de un espectador, es para que haga de representante del resto del público, un espectador-ayudante expresivo, receptivo; queremos que las neuronas espejo empiecen a trabajar y emocionen al resto del teatro. Queremos eliminar los posibles recelos y demostrar que todo es “legal” y que el espectador actúa con total libertad, aunque luego sea dirigido por el camino que nosotros deseamos. Si se saca a un espectador y se le hace levitar, es indudable que el efecto es mayor que si quien levita es su ayudante. El espectador en un principio no buscará “el truco” en el espectador, pues podría haber sido él.
Introducir a un actor, hacerlo pasar por un espectador, para ilusionar, simplemente resulta una barrera que ningún mago, vago ninguna excusa artística debería franquear, (por mucho que se diga que el arte no tiene reglas). Más molesto resulta aún cuando su uso es empleado innecesariamente, pues con el manejo de otras técnicas se podría resolver.

En mi lectura reciente de Nuestra Magia, aunque es un libro del 1911, creo que tiene total vigencia y suficiente autoridad para mencionar la opinión de Maskelyne y Devant al respecto:
“El principio de la confabulación posee poco mérito. Un efecto que dependa de este principio es simplemente un trabajo arreglado de antemano, por medio del cual se engaña al público, en lugar de tratarle honestamente. Nada puede ser más sencillo que emplear un compinche, que pretende ser un espectador normal y ayuda al artista de algún modo acordado previamente. Difícilmente podrá ser considerado como un principio genuinamente mágico, aunque puede haber ocasiones en que su uso esté justificado. Por regla general, debería evitarse, ya que es un proceder indigno para un mago que valore su reputación”.

De todas formas no me rasgaré las vestiduras, dejaremos que sigan rompiendo esta norma, no le diré nada al próximo amigo que asista al número de Antonio Díaz y me morderé la lengua cuando me pregunten cómo lo pudo hacer. Tampoco voy dando la lata pidiendo que se cambien de compañía de gas, o de banco, por la falta de ética de estas entidades. Que le vamos a hacer, no somos perfectos, si perdonamos a los Bancos, porque no lo vamos a hacer con toda esta tropa de artistas.

Bibliografía:
Corinda. 13 Escalones del Mentalismo. Madrid. Ediciones Laura Avilés, 1997.

Maskelyne y Devant. Nuestra Magia. El arte en la magia, la teoría de la magia, la práctica de la magia. Ediciones famulus, 2011.