Estuvo con nosotros hace poco, pasó toda una semana, de tal forma que
todo el mundo pudo disfrutar de su presencia, el teatro La Seca, el AMIC, los
Mags Magics, la SEI de Barcelona, el Rey de la magia y tantos otros… Todo
artista debería, o al menos así nos gustaría que fuera unido a una gran
persona, no siempre sucede, pero en este caso, la persona sobrepasa si es
posible al artista.
La casualidad hizo que nos conociéramos en la SEI de Madrid, antiguo y
desaparecido Hogar Canario, de la calle Fuencarral, tan próximo a la tienda de
Encarnita y he podido disfrutar, aunque en los últimos años, en la distancia, como
crecía artísticamente.
Recuerdo hace más de 13 años cuando vivía en Inglaterra, conseguí
encontrar una tienda de magia, en Birmingham. Allí me compre mi primera caja
okito, gracias a que fui directamente a pedirle aquel artilugio, el amable
dueño del local, supo que era mago y se mostró muy amable y relajado a la hora
de mostrarme otro tipo de cajas que intentó venderme. Estuvimos charlando,
reconocí algún DVD donde aparecía nuestro querido compañero Aldo Colombini; le
comenté que venía de Madrid, se echo flores diciendo que era amigo de Tamariz y
no se muy bien porque acabé mencionando a Miguel Ángel Gea. No lo conocía, le comenté
que era un mago excepcional con monedas y que sino lo era aún, sería de los más
importantes, como mínimo, con monedas. A este señor tendero, no lo volví a
visitar, seguramente que ahora si sabe quien es Miguel Ángel Gea, gracias
seguramente a Dani DaOrtiz y sus Fat Brothers.
Las monedas ya se han convertido en parte de su cuerpo, pero un
principio era, como no podía ser de otra forma, un hombre a unas monedas
pegadas.
En esta ocasión vino a Barcelona a presentar su recién libro. Un libro
que en Barcelona y precisamente en la SEI de Barcelona, tiene un significado
especial, ya que fue escrito por nuestro querido compañero Koke, que nos dejó
hace tan poco tiempo... y ya demasiado. Si alguien conoció a Koke, sabe que era
una persona extremadamente perfeccionista, filólogo ingles, que cuidaba el
lenguaje como un filólogo lo sabe cuidar. El libro a su vez está corregido por
varios compañeros colegas, y maquetado y fotografiado por Javi Benítez. Unas
fotografías que no dejan indiferentes, una fotografía artística que busca la
claridad de las acciones con la ayuda de un espejo, plasmando en una sola
imagen, dos realidades. En definitiva un libro de una enorme calidad editorial,
y de un contenido muy valioso y único, como único es nuestro protagonista.
En la SEI de Barcelona pudimos disfrutar el jueves 14 de febrero. Por
alguna razón que no puedo entender, la sala no estaba llena, aunque esto es
tema de otro escrito. Afortunadamente en esta ocasión disponía de todo el
tiempo del mundo, ya que en Magialdia, donde presentó oficialmente el libro,
dispuso de una hora escasa.
En un par de horas largas, trato de todos los capítulos de su libro,
deteniéndose principalmente en monedas y cartas, finalizando con su último
capitulo donde habla de efectos que realiza junto con otros magos y otros
artistas de diferentes ramas escénicas.
De Miguel Ángel se pueden destacar tantas cosas… su fuerza escénica, su
humor sencillo, pero probablemente donde más destaque es en su manejo con las
monedas, aunque en particular me atrae su magia a cuatro o más manos, con el
grupo de Magialderos.
Hay otro aspecto que destaco por encima de todo y es su intención como
artista de buscar nuevos caminos, menos sondeados en el mundo de la magia. La
necesidad de ampliar el lenguaje y con él, su mensaje.
Al día siguiente tuve la oportunidad de verle actuar en el Rey de la
Magia. Dos horas de magia intensas, mimando al espectador, haciendo sonreír y haciéndonos
experimentar lo imposible y un poco mas.