Este
domingo 23 tuve la suerte por segundo año consecutivo de poder disfrutar de Aria
Kadabra en el Liceo de Barcelona.
La
segunda gran obra de teatro a la que luego asistí ese mismo domingo fue la
reunión del PSOE, pero eso ya no es arte y lo dejaremos para otra ocasión.
DIRECCIÓ MÀGICA
Brando
DIRECCIÓ ARTÍSTICA
Silvana
IDEA I CREACIÓ
Opera Ilusión
DRAMATÚRGIA I ESCENA
Anna Llopart
INTÈRPRETS DELS PERSONATGES
Brando y Silvana,
Kris,
Mag Ramó y
Roberto Vara.
NOVA PRODUCCIÓ
Gran Teatre del Liceu

“La magia regresa
al Liceu con un espectáculo fascinante de ilusionismo en que Figaro será
encantado por las brujas de Macbeth y deberá recorrer la temporada de ópera
2016/17 del Liceu, con obras como Elektra, Rigoletto, Don Giovani... Escenas e
ilusiones llenas de color, sorprendentes y con unos cuantos enigmas que será
necesario resolver con las palabras mágicas del Liceu: Aria Kadabra. Música,
magia y teatro, con los cuales seguro que todo el mundo quedará boquiabierto.”
Todo un teatro del Liceu lleno de público familiar, mayoritariamente padres
con niños, algunos como suele ocurrir demasiados pequeños para estar dentro de
cualquier sitio donde haya que prestar atención. Es toda una suerte y acierto
el querer aproximar al Liceu, el mundo de la opera, a través de la magia.
La magia siempre se la asocia a la infancia y en muchas ocasiones sólo
parece tener cabida en el mundo infantil. Teniendo en cuenta que el adulto con
la edad se vuelve más necio, denuesta sin tapujos todo lo infantil y lo
infravalora. Por lo tanto el mago intenta elevar su arte y llevarlo a las más
altas esferas intentado ser reconocido por el supuesto adulto. No tiene nada de
malo su intento, sólo copia el camino ya recorrido de otros compañeros
artistas.
En nuestro territorio la magia avanza a pasos agigantados, llenos de
calidad y el nivel mágico es de los mejores que se pueden encontrar.
“El niño, aun inferior no requiere un arte tan
elaborado como el adulto, pues no está capacitado para entenderlo ni
apreciarlo. Afortunadamente encontramos titiriteros que se muestran gentiles a
trabajar con estos pequeños hombrecitos, en parte porque no pueden llegar a
mucho mas”.
Espero que la gente no se alarme por estas últimas líneas que bien podrían
haber nacido unas décadas atrás. Una vez dicho esto, hay que dejar bien claro
que el nivel del arte no se mide por aquel a quien va dirigido. No hay artes
mayores o menores, mientras sea considerado arte. Habrá expresiones artísticas
que consiguen su objetivo en mayor o menor medida y siempre habrá que
analizarlas independientemente.
Intentemos olvidar este estúpido patriarcado y comentar este espectáculo
por aspectos artísticos.

Un aspecto que si tenemos que tener en cuenta es que un espectáculo que va
dirigido mayoritariamente al niño debe estar enfocado de forma diferente que si
está enfocado a un público “adulto”. La neurociencia y Jordi Camí ya nos lo
dicen, que la magia infantil debe ser diferente, pues el cerebro del niño aún
no está “configurado” como el del adulto y por lo tanto juegos que “engañan” al
adulto, nunca lo harán al infante. Por ejemplo el efecto de predecir el futuro,
prácticamente deje indiferente al niño y sin embargo al adulto lo noquea.
Partiendo de esta premisa, tenemos que decir que el trabajo de los compañeros
de Aria Kadabra es bueno. 60 minutos justos que mantienen a todos en sus
asientos.
Brando y Silvana, estoy convencido que disfrutan enormemente de este
formato. Artistas que como explico en este POST, son partidarios
de realizar una magia teatralizada.
El muy interesante libro Our Magic, nos comenta:
“si se combina la magia y la obra dramática
en un espectáculo, el procedimiento escénico debería regirse por los
requerimientos dramáticos, más que por los principios normales del arte en la
magia. […] Resulta evidente que ninguna secuencia posible de actos mágicos
puede por sí sola formar el hilo conductor del interés humano que se necesita
en una trama teatral. Al mismo tiempo, por supuesto, una secuencia de efectos
de este tipo sí podría proporcionar los medios para desarrollar una trama. Esto
es algo muy diferente a proporcionar el argumento mismo. Por otra parte, un
argumento teatral indudablemente puede constituir el hilo del que dependen los
elementos mágicos, y que los conecta para formar un todo coherente y armonioso.
Las condiciones en las que se basa la existencia misma del efecto dramático
requieren un hilo de conexión de este tipo. Si falta, no existe un apoyo
central sobre el que pueda pivotar el tema. Dado que los principios del procedimiento
mágico no proporcionan las condiciones necesarias para el efecto dramático,
tendremos que recurrir a los principios del teatro para los principios básicos
de actuación. Resumiendo, eso significa que, cuando en una combinación de la
magia y el teatro los requisitos de ambas artes estén en oposición, la magia
debe ocupar un segundo lugar. […] Si no podemos sacrificar en parte el efecto
mágico para conseguir el beneficio de la construcción dramática, deberíamos prescindir
totalmente del aspecto teatral. […] La obra dramática proporciona el tema
de interés general. La magia proporciona los episodios concretos, por medio de
los cuales se desarrolla el tema dramático con el efecto adecuado. Mientras
cada arte se limita a cumplir con su propio propósito y objetivo, no puede
haber conflicto lógico entre ellas”. (pág.90)
Aunque este libro y los señores Maskelyne y Devant resulten demasiado
categóricos, no tienen falta de razón en cierta medida.
La
trama de la historia se define rápidamente: El señor Fígaro se queda encerrado
en el Gran Teatro del Liceu y para poder salir deberá superar una serie de capítulos
insospechados, donde se cuelan los efectos mágicos, apariciones,
desapariciones, viajes de personajes, rotos y recompuestos, y un largo etcétera
de efectos visuales que mantienen la atención de todo el mundo; junto con la
colaboración de la música en directo de una violinista y un tenor.

En
Our Magic, indican que la obra dramática tendrá que proporcionar el tema de
interés general. En este caso la obra dramática es un pequeña excusa para
nombrar varias operas y no fagocita a la magia, aunque si encuentro que en
determinadas ocasiones los efectos mágicos están tan inmersos en el pequeño
drama, que pasan más desapercibido perdiendo parte de su potencial, que si por
el contrario estos fueran presentados por si solos como se hace una presentación
mágica común.
Es
un pequeño pero, inevitable según Maskelyne y Devant si se quiere hacer una perfecta
fusión de teatro y magia.
Aria Kadabra, tiene una magnifica puesta en escena, vestuario e
interpretación.
Me gustaría destacar los primeros minutos de la obra, con una gran
teatralidad, que engancha al espectador y te adentran en un mundo de fantasía.
Aunque todo el elenco de artistas está excelente, quiero destacar a Roberto
Vara, que realiza el personaje del Liceo, así como a Silvana. Igualmente hay
que destacar a Brando y Silvana por su dirección mágica y artística.

Igual que en el espectáculo, dejo para el final, el gran efecto mágico
donde levita un gran piano incluida su pianista y este piano gira 360º en el
aire. Una gran ilusión que solamente he visto realizar en Aria Kadabra.
Finalmente felicitar a todo el equipo de Aria Kadabra, por lo que está
consiguiendo.
Por un lado dignifican el arte infantil con la magia y de carambola
consiguen que el adulto necio repare en él y lo vea con otros ojos al
presenciarlo en un gran templo laico, como es el Liceu.
Sabemos que este proyecto continuará el próximo año y allí estaremos para
disfrutarlo.