16 de julio de 2018

Mars Joan - Sala Versus Glòries - opinión



Todos tenemos un planeta Marte en nuestra cabeza. Al menos yo lo tuve o pensé que lo tenía. Si alguien ha hecho este viaje, no le sorprenderá en gran medida el final de esta divertida obra de teatro que podemos disfrutar en la Sala Versus Glòries, este mes hasta el 28 de julio.

Este viaje tiene un componente adicional, que lo hace un poco diferente, como es la intención de colonizar Marte, sin billete de retorno. Aunque este proyecto existe realmente e incluso tenemos a un catalán seleccionado, los conflictos generados no se distancian de cualquier problema existencial terrícola.

Todo cambio, aunque aparentemente sea una decisión personal, siempre tiene un radio de acción o daños colaterales más amplios de lo imaginado.

Para algunos una huida, para otros la búsqueda de la felicidad o la huida de la infelicidad.



Nuestro personaje busca un mundo nuevo, donde pueda ser el primero y el protagonista, el referente de nuevas generaciones. Cansado de su mediocridad terrenal dejará todo atrás sin importarle las consecuencias.



Desde el momento en que dejamos de ser nómadas, ese inútil y continuo cambio a un mundo mejor no nos convierte en personas muy diferentes cuando estamos en el nuevo y deseado paraíso. Evidentemente tenemos casos de los emigrantes que marchan por no tener lo mínimo para vivir con dignidad y proyectan sus ilusiones en un nuevo terreno que les tratará con crueldad.

Otros a pesar de tener sus necesidades cubiertas, consideran que en ese nuevo lugar, podrán ser un nuevo yo, diferente, pero sin perder la esencia del anterior. Podrán formatear y empezar de nuevo.

Seguramente que el cambio de hábitat les supondrá un esfuerzo por reaprender unas nuevas normas y con un poco de suerte, podrán disfrutar de un alter ego, que a la larga volverá a tener sus mismos miedos, mismas insatisfacciones y nuevamente pretenderá buscar otro lugar donde realizarse.

Y es que un nuevo lugar no cambia la esencia de las personas.

Como dice Pablo d’Ors en Biografía del silencio, “en mi vida hay todavía demasiadas búsquedas, lo que significa que aún hay también demasiada poca aceptación. Porque mucho me temo que cuando buscamos es que solemos rechazar lo que tenemos. Ahora bien, toda búsqueda auténtica acaba por remitirnos adonde estábamos. El dedo que señala termina por darse la vuelta y apuntarnos”.



No tengo la suficiente capacidad crítica para analizar el trabajo de los actores, aunque me resultó lo suficientemente correcta como para adentrarnos en la historia y hacerla creible.



Un Sala Versus Glòries, pequeña y amable. Con butacas muy cómodas y una perfecta visualización. Un precio sorprendentemente bajo para como está el precio cultural en Barcelona, 10 euros.



Les deseo lo mejor a todo el elenco artístico, así como a los gestores del teatro que recientemente tuvieron la valentía de programar sesiones de magia de cerca.



Recomiendo la obra de teatro y animo a que sigan la programación de esta Sala.







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