15 de febrero de 2015

David Baró en: Annemann, un creador de misterios. TeatreNeu.


Siempre resulta complicado hablar de los amigos.
Un poco de David Baró antes de comentar su espectáculo. Un casi recién llegado al mundo de la magia y que pronto a conseguido éxitos. El más notable, el año pasado en el Congreso Nacional de Magia en Cáceres, donde consiguió el primer premio en la especialización mágica de Mentalismo.
A David Baró se le puede decir que son de esas personas que les gusta hacer camino y no seguir el que otros hacen. Con gran experiencia como payaso, ventrílocuo, empieza como mago “oficialmente” en el 2008 cuando entra en la Asociación de Magia Española de Barcelona. Creó una tienda de magia que lamentablemente tuvo que cerrar, ha escrito en el 2011 el libro de magia Cartomagia fácil y efectiva de Ediciones Marré, y el 7 de octubre de 2011 estrena su primer espectáculo como mentalista Los misterios de la mente.

En esta ocasión podemos ver su segundo espectáculo de mentalismo: Annemann: La historia de un creador de misterios. 
Theodore Annemann (1907-1942), fue un revolucionario en su época. Transformó la magia llamada Mentalismo y fue y sigue siendo un referente para todos los magos en general y los mentalistas en particular.

Actuar con asiduidad es algo complicado en estos momentos, con lo que dificulta en mayor medida preparar un espectáculo con pies y ojos, donde se necesita revisar continuamente el trabajo. No hay mejor prueba de laboratorio que la propia actuación. Afortunadamente el TeatreNeu le ofrecerá esta oportunidad y durante los próximos viernes podremos disfrutar de su espectáculo.
Ante todo recomiendo que la gente vaya, pues en este momento en Barcelona seguramente no hay este tipo de oferta mágica, a excepción de Luis Pardo, aunque él actúa con un perfil muy diferente.
La gente que entiende de esto (que no soy yo) dicen que para poder actuar con credibilidad como Mentalista, necesitas una edad adecuado al personaje que representas. El Mentalista se le supone un personaje con “poderes” o cualidades especiales que no todo el mundo tiene o que solo él atesora. Por lo tanto este mago debe tener una cierta edad que pueda acreditar experiencia, seriedad, seguridad en si mismo y un personaje joven tiene más complicado transmitir todas y otras facetas al público.
David Baró no tiene este problema y consigue un personaje convincente aunque seguramente con el paso del tiempo mejorará más. 
Podría ponerme a decir cosas que fallaron o situaciones que se dieron, que sólo son anecdóticas y que son las que tantas veces se pueden dar en un espectáculo de magia, debido a que cada representación es única. Es lo que tiene esa cuarta pared y el “enfrentarse” con el espectador y sus actos y decisiones en cada una de tus representaciones. El día que no se te olvida una frase, el espectador te añade una que no se suponía que estaba en ese guión que el mago confecciona. 
En este espectáculo homenaje a Annemann, encontraremos efectos de transmisión de pensamiento, predicciones, percepciones extrasensoriales, como captar la energía de una piedra dentro del puño de un espectador, visión con los ojos vendados, jugar con el llamado sexto sentido de los espectadores, un efecto de hipnosis o breve sugestión de un espectador y cerró con una bella predicción. Predicciones que tanto admira el adulto y tan poco entiende el niño.

Encontraremos un programa completo y variado dentro de los espectáculos de mentalismo. Realizado con gran soltura o mejor dicho, haciendo que no hace nada. En David Baró tenemos a un Mentalista “clásico”. Elegante, y muy amable con todos sus ayudantes-público, que fueron muchos. Algo muy de agradecer en una época en la que el mago, entre otros, se ríen de la torpeza y, ó nerviosismo de sus público ayudante.

Mejorable: El exceso de tiempos muertos debido a la gran participación del público. Por un exceso de pulcritud y para que la gente no pensara que utilizara compinches, el método de selección del ayudante se hizo en ciertos momentos demasiado largo. Algo de fácil solución, pues si en un principio si es razonable que la gente pueda pensar sobre el uso de compinches, con el paso del tiempo la gente se acabará convenciendo que el secreto no está en tu ayudante, sino en algo más que no sabrá descifrar. Además si algún día te vuelven a ver, observarán con agrado y no como sucede con otros POP, que en su segunda experiencia contigo, volverán a ser engañados.

Muy Positivo: El trato con el público. La intención de hacer un espectáculo de esta magnitud, en una época tan complicada para el arte, si es que hubo alguna época buena. Algunos juegos fueron excelentes y cautivaron un gran y espontáneo aplauso. El buen sabor de boca de disfrutar de la magia como entretenimiento y alimento para nuestro intelecto.



Enlaces de interes:
Web de Dabid Baró: http://www.davidbaro.cat


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