26 de febrero de 2010

Conferencia y actuacion de Ricardo Rodriguez


En el mes de febrero hemos tenido la suerte de poder disfrutar de Ricardo Rodríguez.

Tengo la fortuna de conocerlo desde hace mucho tiempo. De hecho desde que entre en la SEI de Madrid con 17 años.
Lo he visto crecer como Mago, desde épocas aquellas en las que se enganchó al tren de Arturo de Ascanio.
Después de cenas en el mítico restaurante de la calle jardines, esperando la visita aleatoria de Juan Tamariz, mientras Ramón Rioboo nos hacia juegos sin parar, en ese mantel de papel, manchado de gotas de vino y restos de tarta de santiago.
Hemos compartido reuniones en la casa de entre otros, de el perro de Juan, algún que otro congreso nacional, y tuve la suerte de disfrutar cuando fue premiado en uno de ellos, cuando concursó en cartomagia. Una de las últimas veces que lo vi, había pasado mucho tiempo y ganaba el premio que llevaba el nombre de su probablemente primer maestro. Arturo de Ascanio.
Gran persona y gran mago, accesible, gran pensador... bueno, no sigo, que se pensará alguno que es amigo mío.

Pudimos disfrutar de una conferencia. Desafortunadamente no es muy conocido y la sala del circulo de Barcelona no se lleno, perdiéndose una de las mejores conferencias que se han visto últimamente. Desafortunadamente la cultura mágica a veces escasea y la sala se llena más por el nombre del mago que por cualquier otra razón.
Durante las casi 2 horas, nos mostró 3 ó 4 juegos y nos dio una detallada explicación de estos. Explicando su estructura, sus pases, sus porqués, con la base que da la experiencia de haberlo probado delante de público. Me gustó especialmente cuando habló de la versión que hace de Hofzinser del juego "en todas partes... y en ninguna". Podría alargarme mucho más, pero realmente fue una pena que la gente no asistiera como en algunas otras ocasiones. Podéis preguntar a Koke o a Eduard, creo que os dirán mas o menos lo mismo que yo.

Al día siguiente fuimos a verlo actuar a los Cinco Monos, (no vi a ningún mono por cierto) y pudimos disfrutar de magia de primera calidad.
Lleno de público mago como Matas o Gabi, la sesión empezó con su rutina de cubiletes (me volví a comer la aparición de la bola de billar). Y finalizó con el viaje de un billete de un espectador al interior de una bombilla que iluminaba un lateral de la sala.
Como los magos clásicos, repartió el programa de la actuación, donde indicaba los juegos que realizaría, incluyendo un descanso.
Mago "chiquitito", elegante, que trata con mimo y cariño al espectador y los naipes. Con la ayuda de sus 52 amantes transmitió pasión y magia sin aparente esfuerzo digital. En definitiva una velada encantadora y realmente mágica.
Mi mujer se enfadó por ver en tan contadas ocasiones magia de tan alto nivel y dijo algo así: "gente como este chico, vivirá de la magia, pero ‘nadie’ le conoce y pintamonas en la tele gritando son el referente de muchos".
En definitiva Ricardo, esto es una orden, te queremos ver más en Barcelona. Y tu que vives en Madrid en el mundo de PP, sabes que las ordenes no se deben incumplir. ¡¡¡Te queremos en las Barnas otra vez de inmediato!!!
Un abrazo, amigo, a ver si me dejo caer por los "mandriles" y nos vemos.
Saludos a todos.

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