12 de julio de 2016

Geni d'Or - Crónica

El Geni d'Or, 9 de julio del 2016. 

Por lo que yo se, que es bien poco, ha sido organizado en muy poco tiempo y con no mucho presupuesto. Ha hecho presencia con buen pie en el Teatro Casino La Aliança de Poble Nou. Esperemos que sea el primero de muchos años.
Asistí a la primera de las dos sesiones. Para ser un día caluroso a las 18h. había bastante gente, aunque no estaba lleno el teatro.
El Geni d'Or está pensando como una competición entre artistas o al menos uno de ellos será premiado con este trofeo. El 1º, 2º y 3º tendrán a su vez un premio económico, el 4º una noche de hotel en el Hesperia Tower de Barcelona y uno de los concursantes será escogido para participar en el prestigioso festival de magia de Vitoria, Magialdia.

Sino hubiera sido un concurso, diríamos que habría ganado el presentador Isaac Jurado, el presentador siempre tiene más tiempo para lucirse. 
Isaac Jurado
Por ello también también es más peligroso y más difícil llevarlo a buen puerto y no hacer el ridícula espantoso como hizo el presentador de la Gala Internacional, el Italiano Vittorio Marino en el CNM de Granada 2016.
Isaac se encuentra en plena forma; destacaría el juego del viaje del anillo de la espectadora de la caja al interior de un ovillo de lana, donde vuelve a aparecer la caja con el anillo. Fue muy gratificante ver la cara de pasmo de la espectadora. Isaac trata con respeto al espectador, no se mofa de él y hace todas las bromas que hagan falta sin menoscabar el efecto mágico.

En cuanto a los concursantes tuvimos por orden de aparición:
1.    Tuttilifamili (España)
2.    Rafael Scholten (Holanda)
3.    Zuk & Silhouette (Francia)
4.    Red Star (Corea del Sur)
5.    Vadim Savenkov (Rusia)
6.    Shezan magic (Italia)

El ganador fue Shezan Magic. Aunque no era mi favorito. No creo que el objetivo de participar en el Geni d’Or sea ganarlo, sino promocionar la magia y promocionar a los artistas que vienen. Y teniendo esa premisa, hay que felicitar a toda la organización por promover este festival.
Dirección técnica: Joan Carles Gil.
Dirección: May Closa y Xavier Tapias.

Pero no puedo quedarme aquí, no lo puedo remediar, y no sólo por el Geni d’Or, sino por tantos otros festivales, de este tipo, con un premio de por medio. Es absurdo realizar un concurso de arte, y mas concretamente de disciplinas mágicas diferentes. En un congreso nacional, Rafael Scholten o Red Star habrían estado concursando en Manipulación y el resto en Magia General. Pero también esto resulta anecdótico, aunque pueda resultar un poco pesado, no creo que la misión del arte sea competir entre ella, ya tiene suficiente con intentar transmitir su mensaje al espectador.
Si olvidamos mi axioma anterior, podemos entrar en el juego de valorar y comparar los diferentes números. Discutir su calidad bajo unos parámetros bien definidos y evidentemente comparar y buscar el de supuesta mayor calidad. El problema es que no sabemos bajo que parámetros el jurado calificó a los concursantes.
Jurado:
1.    Domenico Dante (Italia).
2.    Hausson. (España).
3.    Andrea Baioni. (Italia).
4.    José Ángel Suárez (España).
5.    Joung-Hee Kim (Corea del Sur).
6.    Silvia Sanfeliu (España).

Aquí os dejo un enlace del gran Amilkar, gran mago que ha sido en varias ocasiones jurado de Congresos Nacionales, reflexionando sobre los concursos.

Tenemos tantos factores, externo como internos... Las instalaciones del teatro, la comodidad, temperatura, los técnicos de luces y sonidos... No se puede olvidar uno del perfil del jurado, el orden de participación del concursante y por supuesto la ejecución de su número.

Sin querer compararles entre ellos, si me gustaría hacer una pequeña valoración de los números. Y mi punto principal de partida es:
¿Lo visto ha resultado mágico, ha resultado imposible, ha conseguido esa atmósfera mágica? Una vez tengamos más o menos resuelta esta pregunta podemos entrar en otros aspectos, como el mensaje que se pretende transmitir, si es que se quiere decir algo y muchos otros aspectos que serían un no acabar. Realmente cada vez mido más mis palabras a la hora de intentar valorar lo visto. Resultaría una falta de respeto hablar con ligereza de los números vistos, teniendo en cuenta toda la ilusión y horas dedicadas por ellos.

En la magia hay algo que nos diferencia de otras artes, nuestro talón de Aquiles, que rápidamente nos delata, la trampa. Si se ve la trampa, o se sospecha el secreto, allí ya no hay magia, se convertirá en una historia, si la tiene, historia mala por regla general y se acabó. Por lo tanto el primer punto de partida sería, ¿lo visto ha resultado mágico, ha resultado imposible? ¿Lo experimentado además de imposible a conseguido transmitir algo más? Por que hacer aparecer un baso, o un paraguas, o una desaparición de un pañuelo, o el cambio de ropa de una persona, la inclinación imposible de un hombre, hay tantos efectos posibles, que por si solos sólo dicen, imposible, pero en conjunto están vacíos.

Tuvimos números como Tuttilifamili, una breve “obra de teatro” con efectos mágicos, o por lo contrario, actuaciones de los Manipuladores Rafael Scholten o el joven Koreano Red Star , llenos de efectos mágicos, sin ninguna historia, pero aún así con poco impacto mágico. En estas circunstancias, da lástimas ver como tanta práctica manual no conducen al impacto deseado, hay algo que falla.




Los franceses Zuk & Silhouette, con varios premios en el 2011, y la historia más hilvanada de todas, no tuvo la respuesta deseada quedando fuera de los premios.


En penúltimo lugar el Ruso Vadim Savenkov, escogió al ilustre y desconocido personaje de René Magritte, El hijo del Hombre

El hijo del hombre - René Magritte
y comenzó a realizar efecto tras efecto, bien ejecutados, surrealistas (como la magia misma), cómicos, a buen ritmo, todos ellos amparados en el personaje del surrealismo(=magia) pictórico.


El ganador del premio Shezan magic, se dedicó a sacar farolillos iluminados, en una atmosfera Hindú, misteriosa... A pesar de mi frívola indicación hay que reconocer que el número estaba bien ejecutado, aunque la historia fuera banal. Me imagino su número: entrando por casualidad en las oscuridades de una cueva mágica, empieza a sacar faroles para poder ver el interior y hace algún que otro efecto mágico que le llevaron a ganar el Geni d’Or.


Si habéis llegado hasta aquí, es que realmente sois buenos compañeros. En definitiva, olviden lo dicho, no me hagan caso, no me tengan en cuenta, mañana seguramente cambiaré de opinión. Lo único que se, es que la magia de escena no consigue transmitirme aquello que realmente hace de la magia algo diferente, la ruptura de la cuarta pared. Ese elemento diferenciador, la participación del espectador en el número. Siempre hay excepciones, pero no todos los días se puede ver a Hector Mancha.

No quiero acabar sin dejar de dar las gracias a los organizadores del Geni d’Or, por todo el trabajo. Gracias por lo que hacéis por la magia y porque esta llegue al mayor número de personas. Hasta el año que viene.










6 comentarios:

  1. Gracias por tu crónica Luis. Muy interesante.
    Un saludo

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  2. Muchas gracias Luis por tu desinteresado trabajo

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  3. Pues yo he oido comentarios diciendo que fue una autentica mierda.

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  4. Compañero anónimo, creo que eres muy exagerado. Todos los números o casi todos, creo que han participado en congresos nacionales de magia, donde se necesita un aval de una asociación. Independientemente de ello, de baja calidad (que mierda resulta bastante grosero y despreciativo) no creo que fueran. Un saludo.

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  5. Màgic Xarrin Xarrin14 de julio de 2016, 23:57

    Companys, vaig tenir el gust de disfrutar el GENI D'OR, amb la companyia d'uns familiars, uns amics de tota la vida i uns companys de feina. Aquests dinou profans, us puc assegurar que van sortir del teatre, contents i emocionats de la màgia que van gaudir.
    Només desitjo, que es pugui fer la segona edició en 2017.
    Gràcies a tots els que ho han fet possible.

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  6. Releyendo lo escrito, estoy seguro que he escrito más las supuestas imperfecciones que los puntos fuertes. Como mago, tengo que conseguir intentar ser ecuánime a la hora de comentar. Cierto es que como mago, porque mucho que lo intente se pierde esa visión del profano. Los números en general estuvieron bien, una calidad decente para que cualquier espectador puntual de magia saliera contento. Ningún número destacó por encima de los otros, bajo mi entender, pero la calidad para ser el primer año, creo que ha sido satisfactorio.

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Se respetuoso, gracias.